Los trazos abstractos de estas pinturas evocan misma fluidez poética presente en las palabras de Vita. Su poesía se combina armoniosamente con una paleta de colores suaves y orgánicos que danzan en la obra para representar la flora y la arquitectura de los jardines de la poeta. Este juego de abstracciones en la que los elementos no se reconocen al completo dan un toque de misterio y profundidad a la obra.

Vita nos invitaba a explorar la belleza oculta en cada rincón de sus mundos literarios y es lo que Isabel nos propone aquí, viajar con cada una de las pinceladas a Sissinghurst Castle. Esta serie es un reflejo de la búsqueda de la belleza en su forma más pura y un tributo a la herencia literaria y botánica de Vita Sackville-West.